Creer en las Hadas

Creer en las Hadas

¿Creer en las Hadas? ¿Creer en algo? Esta es la lucha entre racionalidad y espiritualidad.

Bien por modas, por intereses políticos o por desencantos de las religiones cada vez hay más gente que ha dejado de CREER.

Y no solo hablo de creer en las Hadas.

A lo largo de mi vida he visto sucesos a mi alrededor muy desafortunados. Estos hechos me han marcado mucho y me han hecho buscar el sentido de la vida.

Y de ello he aprendido bastante. Ya que en los momentos difíciles es cuando más se aprende.

He visto los dos opuestos:

  • La fortaleza y la templanza de los que CREEN
  • y el dolor y la desesperación de los que NO CREEN.

Debate interesante. Como decía Miguel de Unamuno: Creer o no creer, esa es la cuestión

Te voy a contar una anécdota.

Hace unos días celebré la Primera Comunión de mi hija mayor Abril.

Entregando los detalles de la Comunión en casa de una tía. Le comenté que estaba muy contenta de haberla comulgado. Que cada vez me gustaba más creer en algo.

Mi sorpresa fue que ella me contesto: –«Pues yo cada día creo menos en nada. Sino ¿ porqué está pasando esto? ¿Y porqué pasan tantas desgracias…?»

Y así como a la defensiva entró en un bucle de negatividad, justificando esa respuesta.

Fue un simple comentario. Pero me pareció tan típico que me hizo hasta gracia.

Y así es. Cuando a la gente le suceden desgracias (directas o indirectas), le afectan y muchas veces dejan de creer.

La mayoría de las veces los milagros pasan desapercibidos. Y solo vemos los sucesos malos. Ya que las noticias se basan básicamente en esto.

Yo le contesté: -» Tía no te das cuenta, pero igual que existe el BIEN, existe el MAL. Que es el que hace esas cosas malas que tú dices.»

Bien y mal. Si hay blanco hay negro. Yin y yang. Orden contra caos…

Una persona que admiro mucho dice:

La oscuridad es la ausencia de luz.

La luz es el bien. Si dejamos de creer, esa luz deja de iluminar.

Y la oscuridad se apodera.

Por eso si dejamos todos de Creer, estamos dando fuerza al mal.

Y aclaro, no me refiero a que si no crees en nada seas mala persona. Si no que tu energía no la estás canalizando al bien superior. A esa luz.

Así que como ser espiritual que eres te invito a CREER de nuevo.

Por ejemplo. Te invito a creer en las Hadas.

En leyendas antiguas, antes de establecer las religiones organizadas. Nombran a las Hadas como espíritus de la naturaleza, algo así como mediadores.

En su reseña del libro de Dennis Gaffin, Running with the Fairies: dice «las hadas tienen mucho en común con los guías espirituales, los animales de poder y los ángeles guardianes…

Peter Pan, nos contaba:

“-¿Sabes, Wendy? ,cuando el primer niño rió por primera vez, su risa se rompió en miles de pedazos que se fueron dando saltos, y así fue cómo aparecieron las hadas.

Y por eso tendría que haber un hada por cada niño y cada niña.

-¿Tendría que haber? ¿Acaso no es así?

-No. Ahora los niños saben mucho y pronto dejan de creer en las hadas, y cada vez que un niño dice “No creo en las hadas”, en algún lugar hay un hada que muere.”

Que leyenda tan bonita…

Recuerda que tu cuerpo emana energía constantemente.

Si sabes canalizarla, toda esa buena vibración da fuerza a una energía.

Si crees darás fuerza a la luz. A las Hadas. Al bien.

En la pedagogía Waldorf las hadas son fundamentales en sus cuentos. Otro día escribiré sobre esto. Porque básicamente de ahí viene mi pasión por las Hadas de lana.

Creer en las hadas, ayuda a los niños a conectar con la magia. Con ellos mismos.

Descarga el cuento: Niños Arcoíris. La esperanza de las Hadas.

Y un adulto…no tiene porque dejar creer en las hadas. O en lo que tengas que creer. Déjate llevar. Busca lo que no ves. Da fuerza al Bien.

Te dejo una escena de Peter Pan.

En Peter Pan es muy importante creer en las Hadas. Te hace volar, mantiene tu ilusión, la esperanza, mantiene vivo a tu niño interior que siempre cree y busca el bien.

Pero como te decía al principio, las cosas difíciles nos dificultan esa fe y nos impiden creer.

Todo parece perdido…está oscuro hay tormenta. Todos han dejado de creer en las hadas. Y eso le da fuerza a los piratas malos.

Pero sucede algo mágico cuando todos empiezan a creer de nuevo. Y lo gritan sin temor.

Campanilla vuelve a brillar.

Esos gritos de esperanza generan una energía de bien que hace volver a ver la luz del sol.

Y así pueden unidos vencer la oscuridad y la maldad de los piratas.

Como la vida misma, je,je, je.

Yo creo en las hadas ¡Yo creo, sí creo!

Metáfora de la escena: Solo el hecho de creer en las Hadas te puede ayudar en la lucha contra las dificultades y los piratas que se pongan en tu camino. En la actualidad hay mucha oscuridad y muchos piratas. Enciende tu luz e ilumina al mundo como sabes.

Siempre hay hadas susurrándote, solo tienes que escucharlas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *